¿La palabra “fideicomiso” te suena familiar? Es posible que se trate de uno de esos términos que utilizas seguido y no terminas de comprender por completo. Entonces, ¿qué es un fideicomiso? Es una herramienta que permite a las partes destinar bienes a una institución de crédito con un objetivo en particular, es decir, que pueden ser aplicados única y exclusivamente a dicho fin.
Yendo a términos un poco más legales, un fideicomiso se compone de las siguientes partes:
- Fideicomitente: es la persona, física o moral, que constituye el fideicomiso para que los bienes que invierte se destinen a un fin específico, siempre y cuando no sea algo en contra de la ley.
- Fiduciario: es la institución designada por el fideicomitente para ser el titular de los bienes destinados a la finalidad
- Fideicomisario: se trata de las persona, física o moral, que disfruta los beneficios de un fideicomiso.
El fideicomiso se está volviendo un recurso muy común, sobre todo entre padres que desean asegurar un futuro a sus hijos creando uno para sus estudios universitarios, por ejemplo. Así, se aseguran de que los jóvenes no utilicen el dinero que se les otorga con otros fines diferentes a la educación.
Por otro lado, el fideicomiso es también muy frecuente entre empresas que desean hacer negocios de forma segura. Las partes se evitan tener que preocuparse por cualquier posible acto en contra de la buena fe, así como por establecer cláusulas que puedan causar desconfianza entre los involucrados.
Antes de finalizar, nos gustaría mencionarte algunos datos importantes acerca del fideicomiso:
- No puede tener una duración mayor a 50 años
- El fiduciario cobrará un cargo por sus servicios, algo a considerarse al momento de establecer el monto del fideicomiso
- Cierra el trato ante un notario con la finalidad de darle la validez legal necesaria
¿Tienes alguna otra duda acerca de los fideicomisos? Déjanos tus comentarios y con gusto responderemos tus inquietudes.
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