Para conocer un poco sobre la historia del Derecho Notarial y del Notario en México, nos tenemos que remontar tiempo atrás en la Época Precolonial donde existieron “Los Aztecas”, quienes eran uno de los pueblos más representativos de la época. Estos estaban asentados en lo que conocemos como Tenochtitlan, que se encuentra en la ahora Ciudad de México. Esta civilización llegó a ser muy representativa debido a su gran riqueza, aparte de que poseía uno de los ejércitos más agresivos y más altos en estrategia militar para ese entonces.
En la Gran Tenochtitlan no existía como tal un “notario” que tuviese la función de dar fe de los acontecimientos y actos jurídicos en nombre y representación del Estado como lo tienen los Notarios en nuestros días, pero sí existía un funcionario llamado “Tlacuilo”, quienes eran nombrados por el emperador y tenían la tarea de que a través de representaciones, signos, figuras o imágenes deberían dejar plasmado lo esencial de un hecho en artesanías, pinturas y en las paredes de los templos para conservar la historia con el pasar del tiempo. Todo esto en el entendido que los Aztecas no tenían alfabeto, por lo que todo lo transmitían a través de representaciones.
No mucho tiempo después, Cristóbal Colón saldría de España con motivo de expedición y en su tripulación se traía consigo a Rodrigo de Escobedo, escribano del Consulado del Mar y como su función de “escribano” lo mencionaba, tenía la tarea de asentar cualquier acto o hecho relevante durante el tiempo que se encontraran en la expedición. Fue el 12 de octubre de 1492 cuando descubrieron el continente americano, llegando a las Bahamas y luego descubrir Cuba, Haití y República Dominicana. Todo lo anterior redactado y asentado por el escribano Rodrigo de Escobedo.
Cristóbal Colón después de tan exitosa expedición, tendría que regresar a España para informar a los reyes católicos sobre todo lo descubierto. Antes de regresar nombró a Rodrigo de Escobedo como tercer sucesor para ocupar el gobierno en su ausencia, pero mientras no sucediera ese supuesto debería seguir ocupando su cargo como “Escribano” y asentar todos los hechos relevantes que se iban a ir suscitando con el paso de los días. Y por lo tanto, formalmente, se considera a Rodrigo de Escobedo como el primer fedatario en ejercer en todo el continente Americano.
En 1517, Francisco Hernández de Córdoba junto con su tripulación descubrirían las costas Yucatecas (Campeche y Tabasco) pero hasta ese entonces solo fue con fines de exploración y recabar información para que tiempo después iniciara la conquista de “Méjico” de la cual todos sabemos la historia. Pero enfocándonos más en el tema que nos concierne, durante la conquista, Hernán Cortés nombró a Francisco de Orduña escribano, quien sería el primer Fedatario en ejercer específicamente en México. Así mismo, este escribano fue el encargado de celebrar la primera acta elaborada y asentada en los registros del antiguo Cabildo de la Ciudad de México, cumpliendo con los requisitos formales que establecían las leyes de la corona española, con el proemio siguiente:
“… en las casas del magnífico señor Hernando Cortés, Gobernador y Capitán General de esta nueva España… estando presentes los señores regidores de élla viendo y platicando las cosas de Ayuntamiento cumplideras al bien público…”
Para la época Colonial, se tomaban las leyes de la corona española para regular a los “escribanos”, quienes tenían que ser nombrados únicamente por la corona española, pero debido a la lejanía los virreyes, gobernadores, alcaldes y cabildos los designaban provisionalmente, otorgándole un plazo no mayor a dos años para obtener la Cédula Real del Rey de España para poder ejercer y en caso de no conseguirla deberán de dejar sus funciones inmediatamente.
La noche del 15 de Septiembre de 1810 se declaró la Independencia por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, y se consumó en 1827 por Agustín de Iturbide. Para ese entonces, desde 1812 se aplicaba la Constitución de Cádiz en nuestro territorio y hasta después de la consumación de la independencia nos seguíamos rigiendo aún por la Constitución de Cádiz. Y no fue hasta 1824 que entró en vigor la primera constitución de nuestro país, ya como un México soberano e independiente, donde se empezó a regular la función de los escribanos. Y así, con el paso del tiempo México iría legislando y regulando leyes que rigen a los escribanos, fedatarios o notarios hasta llegar a lo que conocemos hoy como el Derecho Notarial y todo lo que conlleva.
Escrito por César Ayil
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